Cuando hablamos de pulpa de fruta nos referimos a la parte comestible de la fruta que ha sido separada de la cascara y semillas por procedimientos ya sea industriales o manuales, o sea lo que se conoce como la carne de la fruta.
Para que sea considerado pulpa no debe haber sido diluido ni tampoco sometido a procesos de concentración ni tampoco fermentación. Para que este derivado de la fruta tenga calidad debe obtenerse a partir de frutas frescas que estén debidamente limpias y en su estado de maduración óptimo.